Mindfulness, Psicología Positiva

AUTUMN IS COMING

OtoñoEstamos a punto de comenzar el Otoño, en esta época retomamos las rutinas adquiridas durante todo el año. Los niños vuelven al colegio y a sus actividades cotidianas, en el trabajo vuelve la carga habitual, nuestras actividades de ocio se adaptan a los horarios de invierno, cambiamos la hora…, volvemos a nuestras rutinas diarias.

Sin embargo, muchas personas viven la llegada del Otoño, como una auténtica amenaza, sufren de un trastorno del ánimo con patrón estacional. Suele manifestarse en el trastorno bipolar, I y II y en la Depresión Mayor. En la mayoría de los casos los episodios suelen empezar en Otoño o Invierno y remitir en Primavera.

¿A quién afecta más?

Entre el 60% y el 90% de las personas que sufren algún trastorno con patrón estacional son mujeres. El otro gran factor de riesgo es la edad, los jóvenes son más propensos a sufrir episodios depresivos invernales.

Depresión otoñal¿Cómo puedo darme cuenta?

A veces los síntomas pueden pasar desapercibidos tanto para la persona que los sufre como para sus familiares, aquí tienes algunas pistas:

  • ¿Te sientes cansado/a? ¿Notas que te falta energía?
  • ¿Sufres somnolencia? ¿Tienes más ganas de dormir que de costumbre?
  • ¿Tu apetito ha aumentado últimamente? ¿Has engordado?
  • ¿Sientes que no tienes motivación para emprender nuevos proyectos? ¿Has empezado a realizar alguna actividad nueva últimamente?
  • ¿Te sientes triste o decaído sin una razón aparente? ¿Has experimentado cambios de humor?
  • ¿No encuentras el mismo placer haciendo cosas con las que solías disfrutar?
  • ¿Prefieres quedarte en casa a salir fuera con tus amigos o tu familia?

Si has contestado afirmativamente a todas o la mayor parte de estas preguntas, puedes estar sufriendo un episodio estacional.

¿Qué puedo hacer?

La adquisición de hábitos saludables puede paliar y prevenir muchos trastornos, no sólo estos, por lo que te animamos a que practiques algunos de los que detallamos a continuación:

  • Toma el sol al aire libre: En Otoño, la luz solar es menor. Muchas de las terapias que se utilizan para este tipo de trastornos implican la exposición a la luz para compensar este déficit. Aprovecha los días de buen tiempo, siéntate, relájate y siente el sol en tu cara, tus manos, tu piel. Recuerda que todavía pueden incidir los rayos solares, si planeas permanecer al sol durante mucho tiempo, utiliza protección solar.
  • Organízate: El Otoño suele ser una época revuelta para la agenda. Comenzamos muchas actividades después de unos meses en los que las vacaciones y el tiempo de ocio han prevalecido. Para evitar el estrés de ¿y hoy qué toca? Anota en tu agenda semanal lo que tienes que hacer, te ayudará a aprovechar tu tiempo y encontrar huecos para disfrutar de cada momento.
  • Planea actividades al aire libre: la climatología todavía respeta muchos días en Otoño, sal fuera, tomate algo en una terraza, pasea por la ciudad, saca al perro medio hora más. Permítete ese momento, nota el aire en el rostro, observa cómo baja la temperatura en estos días, como oscurece antes, observa los cambios de luz en tu entorno.
  • Practica ejercicio: El deporte nos ayuda a eliminar tensiones. Observa cómo te sientes después de la ducha. El cuerpo se relaja, te sientes bien contigo mismo/a, disfruta con los olores de la ducha, con el tacto de tu crema o aceite corporal.
  • Sal con tus amigos: La agenda cultural y de nuevas actividades vibra en esta estación, apúntate a algo con algún amigo o familiar, es la excusa perfecta para verle todas las semanas. Mírale a los ojos, pon atención en lo que te cuenta, observa cómo te sientes.
  • Medita: relaja tu mente y tu cuerpo, concéntrate en la respiración, cierra los ojos y observa.

Si los síntomas persisten y no te sientes bien, ponte en contacto con tu especialista de confianza. Nosotros también podemos asesorarte, échale un vistazo a nuestras formas de contacto.

Maternidad Consciente, Mindfulness, Psicología Positiva

Cuando cambió mi vida.

Manitas Alba 4 mesesTal día como hoy, hace un año, acababa de llegar a casa después de realizarme una extracción de óvulos para realizar una fecundación in vitro. Llegué decepcionada y sin muchas esperanzas porque los óvulos, según me dijeron en ese momento,  no habían sido de la máxima calidad. Después de dos intentos anteriores fallidos, ya no me quedaba mucha esperanza en que esta vez fuese a surgir el milagro.

Sin embargo, estaba tranquila. No como en ocasiones anteriores. Las dos veces pasadas había estado hecha un manojo de nervios. Por fuera me mantenía serena pero en mi interior había un estado de alerta continuo. Me observaba continuamente para notar algún cambio, alguna sensación nueva… algo. Esta vez no era así. Tenía conmigo a mi marido, por supuesto, pero también tuve la suerte de que esos días estuviesen mi hermano y su mujer, entre los tres me cuidaron y me mimaron al máximo, a pesar de que mi cuñada ya estaba embarazada de cinco meses para entonces, y ella también debía cuidarse. Esto fue muy positivo porque me mantuvo activa, hasta donde se podía. Al día siguiente nos fuimos a pasear por la playa y evité quedarme tumbada o sentada todo el día, como había hecho las otras veces. Aún a riesgo de arrepentirme, y tratándome con mucho mimo pude disfrutar de esos días.

A nivel mental fue todavía mejor. Había llegado a ese momento sin ansiedad, sin prisas, sin expectativas. Simplemente sentía que estaba haciendo lo correcto, luchar por mi sueño, que el sueño se cumpliese o no, no estaba en mi mano, pero ir a buscarlo sí. No me hubiera perdonado no intentarlo una vez más.

Ya era feliz, ya tenía una vida plena, ya podía disfrutar del momento. Y así lo viví. Recordando a cada instante el aquí y ahora. Paseaba todos los días con el pensamiento de “ahora estoy bien”, “ahora todo esta bien”, “en este momento estoy tranquila”, “en este momento estoy en calma”, “me siento bien”, “puedo gozar de este momento”. Esto me ayudó también a no tener prisa por saber. Pasan unos veinte días hasta que puedes hacerte un test de embarazo y el “¿Qué pasará?” suele ser aterrador. Esta vez, me reconocía en momentos de ansiedad, aunque se presentaron muchos menos, supongo que debido al trabajo de meditación que venía haciendo, tanto formal como informal, que aquietó mi mente. Sin embargo, hubo algunos. Cuando los reconocía, me trataba con el mismo mimo que cuando tenía que levantarme de la cama o acostarme o hacer un pequeño esfuerzo físico. Me trabaja con compasión, me perdonaba la ansiedad, los pensamientos negativos, me perdonaba la inquietud, las ganas de forzar las cosas para que pasaran como yo quería.

Algo que me ayudó mucho fue el soltar, dejar ir, mi deseo de ser madre. Durante  un tiempo me había aferrado tan fuerte a él, que me había identificado totalmente con ese pensamiento y no podía alejarme mentalmente de ese deseo, incluía por supuesto, el pensamiento y la emoción desbordante. No podía ni por un instante contemplar la idea de ser feliz sin desear ser madre. Es decir, pensaba, “bueno, pues si no puede ser, tendré que ser feliz”, pero en el fondo había otro pensamiento que me decía “siempre tendrás esa espinita clavada”, o “en tu pareja se reflejará que no habéis sido padres”, o “la envidia te corroerá cuando tus amigos tengan niños”, etc. Y yo me decía a mí misma, “sí, es verdad, en el fondo es así”.

Y realmente esa era la verdad en ese momento, lo sentía así. De modo que lo acepté. Acepté que por el momento no podía ser de otra manera.  Me hacía profundamente infeliz no tener un hijo/a. Y luego, en un acto de amor incondicional a mí misma, a mi deseo de ser madre, y a mi hijo/a leí e interioricé el enfoque “No pudo ser de otra manera – Renuncio al Control” de Jorge Lomar, publicado en su libro Ecología Mental. Me liberé, supongo porque había entrenado mi mente durante mucho tiempo en la desidentificación y logré, finalmente separarme de este. Creo que llegué al perdón que tanto menciona Jorge Lomar. Perdón a uno mismo. ¿Qué debía perdonarme? Seguramente el haberme hecho la vida imposible por no aceptar la realidad y el habérsela hecho en mayor o menor grado a los que me rodeaban. O tal vez algo más. La profundidad del ser humano es normalmente inescrutable, siempre hay recovecos que no vemos, posiblemente porque todavía no estamos preparados.

Maternidad Consciente, Mindfulness, Psicología Positiva

Viviendo

Dibujo1Lamentablemente hace unas semanas me realizaron una intervención quirúrgica debido a unos problemas con mi embarazo. Por esta razón no he podido publicar entradas en el blog con la asiduidad habitual. Todavía estoy convaleciente, y por ello no me va a ser posible mantener el mismo ritmo de trabajo, al menos durante unos meses, aunque intentaré mantener actualizada la página de Facebook y Twitter, en cuanto al blog las publicaciones no serán semanales pero sí habrá actualizaciones.

No obstante quería explicar los motivos de mi ausencia en la web y las redes sociales. Aunque este no es el único motivo de mi retiro, hay otra razón, si cabe más importante; estoy VIVIENDO, EXPERIMENTANDO, SINTIENDO, DEJÁNDOME LLEVAR….

A pesar de estar atravesando una situación complicada, como otras que han ocurrido en mi vida, ahora estoy viviendo momento a momento, con mi mente bien ajustada en el ahora. Estoy sintiendo todas las emociones que me surgen y que van y vienen, sin regocijo y sin intentar manipularlas, viendo su pureza, observando lo que me está pasando interiormente. Soy yo la primera sorprendida al comprobar los resultados del trabajo de desarrollo personal que he realizado durante estos últimos años y que me hacen atravesar esta etapa desde mi calma y paz interior, viéndola como un gran regalo que me ha hecho la vida.

Por eso, animo a cualquiera que esté interesado en practicar Mindfulness a que lo haga, sin buscar un objetivo concreto, con paciencia y algo de tesón. Es maravilloso comprobar y saber que antes una misma situación me habría desbordado y como ahora veo situaciones, personas, detalles, que me hacen sentir agradecida, como me llega la bondad de quienes me rodean y como yo puedo darme a los demás. Ahora puedo abrazar, besar, perdonar, dejarme cuidar, todo de una manera mucho más fácil y natural. E incluso ayudar a quienes están conmigo a que no sufran tanto, a ser un apoyo, a interpretar de otra forma más positiva las cosas que nos ocurren, a ser un poco más felices trascendiendo las circunstancias.

No quiero finalizar sin desearos una Muy Feliz Navidad llena de Milagros que se harán realidad.

Mindfulness

Los peligros del Mindfulness

MBCTLos cursos de MBCT (Mindfulness-Based Cognitive Therapy) están proliferando en todo el mundo. Muchos de ellos ni siquiera están basados en una terapia estructurada sino que simplemente ofrecen una forma de relajación, aprender a meditar, evitar o controlar el estrés, etc. A ellos acuden personas mentalmente sanas, que tienen interés en aprender una nueva forma de afrontar su estrés diario, o aprender a relajarse, pero también acuden personas con problemas y trastornos mentales tales como ansiedad, depresión, eventos traumáticos, etc.

Ciertamente, un estudio de la Universidad de Oxford ha demostrado que la práctica de Mindfulness puede reducir las recaídas en la depresión hasta en un 44%, es decir, puede ser tan efectiva como el hecho de tomar antidepresivos. Resultados parecidos se han obtenido en referencia a otros trastornos de ansiedad o enfermedades físicas, como el dolor crónico. Esto incrementa la demanda de este tipo de cursos – terapia para aquellos que buscan obtener una mejora en su enfermedad.

Sin embargo, algunos profesionales están haciendo saltar las alarmas advirtiendo de que muchos de los profesores que imparten este tipo de cursos no están lo suficientemente cualificados. En palabras del Dr. Florian Ruths, psiquiatra consultor del Hospital Maudsley en Londres: “Existe un gran entusiasmo por las terapias basadas en mindfulness y son intervenciones de gran alcance, pero también pueden tener efectos secundarios. La atención plena en personas potencialmente vulnerables con enfermedades mentales, incluyendo depresión y  ansiedad, por lo que estas terapias deben ser impartidas por personas formadas en este tipo de enfermedades y cuando sea necesario referir a profesionales especializados”.MBCT1

En su investigación, “dark night» Project, de la Universidad de Brown en EEUU, ha observado como algunos practicantes son asaltados por recuerdos traumáticos. En ocasiones pueden aparecer distorsiones cognitivas, perceptivas y sensoriales, cambios en su sentido del yo y deterioro de las relaciones sociales. El monje budista Shinzen Young ha descrito estos fenómenos como una “visión irreversible del vacío” o el “gemelo malvado de la iluminación”.

Los expertos en Mindfulness opinan que este tipo de reacciones adversas extremas son raras y tienen más probabilidades de ocurrir tras periodos prolongados de meditación, tales como semanas completas en retiros de silencio.  Ed Halliwell, profesor de uno de estos cursos en Londres, explica que “a veces se puede tener la impresión de que la práctica de la atención plena como ayuda para la depresión y la ansiedad es una píldora mágica que se puede aplicar sin esfuerzo. Simplemente observando la respiración los problemas se resuelven. Pero esto no es así en absoluto. Lo que hacemos es trabajar con el corazón de las experiencias, en un ejercicio de autoindagación que es difícil y puede llegar a ser incómodo”.

Minddfulness se está extendiendo rápidamente en salas comunales, escuelas y hospitales, e incluso en oficinas de bancos y gigantes como Google. Existen aplicaciones de meditación en línea. Pero esto a su vez significa que hay una gran demanda de profesionales que imparten estos talleres o cursos y la posible inadecuación de su formación. Algunos de ellos tan solo han completado un curso básico de ocho semanas antes de impartir un curso.

Lokhadi, otro profesor de cursos de atención plena, argumenta que “mientras que la meditación consciente no cambia la experiencia de las personas, pueden sentirse peor antes de empezar a mejorar. A medida que aumenta la conciencia, la sensibilidad a las experiencias aumenta. Si alguien se siente vulnerable o no está bien anclado, puede ser bastante desalentador. Puede que aparezca el dolor y todo tipo de emociones, que deben ser hábilmente orientadas por un maestro experimentado y adecuadamente formado”.

Krisnhamurti

  • Fuente: http://www.theguardian.com/society/2014/aug/25/mental-health-meditation
Mindfulness

Efectos de la meditación mindfulness sobre el cerebro.

En los últimos 20 años, Mindfulness ha pasado de ser una técnica de meditación budista poco conocida a una terapia clínicamente probada para la depresión, la ansiedad y otros problemas de salud mental. Su popularidad está en expansión y cada vez encontramos más webs dedicadas a enseñar la técnica a los usuarios como forma para combatir el estrés y otros problemas asociados.

A medida que surgen más investigaciones sobre esta técnica se afianza como una manera de ayudar a quienes sufren problemas de salud como el dolor crónico, la ansiedad, las adicciones, etc. Incluso hay evidencia de que la atención plena puede ayudar a reducir la gravedad percibida de los síntomas en ciertas condiciones físicas, tales como el síndrome del intestino irritable, el cáncer o el VIH. Los expertos en educación, los militares e incluso el equipo olímpico británico están investigando su uso para mejorar el rendimiento en las escuelas, las situaciones de combate y los eventos deportivos de élite.

Cerebro-ZenSin embargo, hasta hace poco no se sabía bien cómo un par de horas de meditación en silencio cada semana podría dar lugar a una gama tan diversa de efectos mentales y físicos. Ahora, que la investigación ha puesto su foco en la atención plena, las técnicas de imágenes cerebrales revelan que esta antigua práctica puede cambiar la forma en que diferentes regiones del cerebro se comunican entre si, es decir, puede cambiar nuestra forma de pensar, de forma permanente.

Los neurocientíficos están al borde de la comprensión de cómo funciona realmente está técnica de meditación. Los expertos en atención consciente se concentran en sus propias sensaciones, por ejemplo, en su respiración. Además de ser relajante, esta técnica nos enseña a ser conscientes del momento presente, notando las distracciones que aparecen y dejándolas ir. Esto parece tener un profundo efecto en el cerebro: después de sólo unos meses de práctica (tres sesiones de media hora a la semana durante ocho semanas), el tamaño relativo de ciertas estructuras en el cerebro cambia.

AmígdalaUna de las investigaciones que se ha realizado con resonancia magnética muestra que la práctica de la atención plena se asocia con una amígdala más pequeña (la amígdala es el centro de “lucha-huida” del cerebro). Esta primitiva región el cerebro, asociado con el miedo y la emoción, está implicado en la iniciación de la respuesta del cuerpo al estrés. La escala de estos cambios se correlaciona con el número de horas que una persona ha practicado, según Adrienne Taren, una de las investigadoras que ha estudiado la atención plena en la Universidad de Pittsburgh. Lo que sugiere este resultado es que la meditación podría “encoger” la amígdala y modificar su relación con otras áreas del cerebro. A medida que la amígdala se contrae, la corteza prefrontal, asociada con funciones cerebrales de orden superior tales como la conciencia, la concentración y la toma de decisiones, se vuelve más gruesa.Corteza prefrontal

La conectividad funcional entre estas regiones, es decir, la frecuencia con que se activan a la vez, también cambia. La conexión entre la amígdala y el resto del cerebro se debilita, mientras que las conexiones entre las áreas asociadas con la concentración se hacen más fuertes.

Según esta autora “la imagen que tenemos es que a medida que aumenta la práctica de la atención plena, aumenta también la capacidad de áreas de orden superior, como las regiones de la corteza prefrontal, con el fin de regular a la baja la actividad cerebral de orden menor”. Es decir, nuestras respuestas más primitivas al estrés parecen ser sustituidas por otras más reflexivas. Podemos “pensar mejor, buscar soluciones más acertadas”.

Sentir el dolor

Se han realizado estudios para ver la relación que existe entre la práctica de expertos meditadores y su relación con el dolor. Los meditadores avanzados indican sentir significativamente menos dolor que los no meditadores. Sin embargo, las exploraciones de sus cerebros muestran ligeramente más actividad en las áreas asociadas con el dolor que los no meditadores.

Joshua Grant, uno de los investigadores que ha llevado adelante este estudio en el Instituto Max Plank para las Ciencias Cognitivas Humanas y del Cerebro en Lepzig, Alemania, indica que “no se ajusta a ninguno de los modelos clásicos de alivio del dolor, incluida la medicación, en los que vemos menos actividad de las áreas asociadas con el dolor”.

cingular-anteriorTambién en este caso, dos regiones que normalmente se conectan funcionalmente, la corteza cingulada anterior (un área que está asociada con “la angustia del dolor”) y partes de la corteza prefrontal, parecían “desacoplarse” en los meditadores.

Según este autor “los sujetos meditadores fueron capaces de eliminar o disminuir la repulsión que causa la estimulación alterando la conectividad entre las dos regiones del cerebro que normalmente se comunican entre sí. Ciertamente no parecen haber bloqueado la experiencia, más bien parece que se abstuvieron de participar en los procesos de pensamiento que hacen que sea doloroso”.

Vale la pena señalar que aunque en este estudio participaron meditadores expertos, no lo hicieron mientras estaban en un estado meditativo. Por lo que parece que el efecto de disminuir el dolor no es un efecto inmediato de la meditación, sino que parece ser un cambio permanente en su percepción.

A los dos grupos de sujetos, meditadores y no meditadores, se les dio la instrucción de “no pensar”. Otros estudios que se han realizado sobre meditadores expertos (con al menos 40.000 horas de práctica) descubrieron que el cerebro de los meditadores en reposo tiene una apariencia similar, cuando es escaneado, al de una persona normal (no experta) cuando está meditando. Curiosamente, en este nivel de experiencia, la corteza prefrontal ya no es mayor de lo esperado. Su tamaño y su actividad, de hecho, comienzan a disminuir de nuevo. “Es como si esa forma de pensar se convirtiese en el valor predeterminado, es automática, no requiere ninguna concentración” (Taren).

Meditación en las escuelas

Dorsana Dorjee, es la investigadora principal en el centro de la Universidad de Bangor para la Práctica e Investigación de laninos-meditando Atención. Está estudiando la mejor manera de poner en práctica programas de atención plena en escuelas primarias y secundarias del Reino Unido. Con ello se espera no sólo mejorar el rendimiento académico de los alumnos, sino lograr un efecto protector sobre la salud mental y las capacidades cognitivas a medida que se envejece.

Esta autora indica que “podemos enseñar la atención plena a los docentes, lo que reduce su estrés, y luego enseñar la técnica a los alumnos, dotándolos de habilidades para la vida, como la autorregulación, la concentración y la atención”.

Dorjee utiliza en su investigación una máquina portátil de ECG que mide la respuesta cerebral resultante de eventos sensoriales, cognitivos o motores. Esto mide los patrones y la fuerza de la atención de un alumno en tiempo real, a diferencia de la RM, que se basa en la captación de los cambios en el metabolismo del cerebro y por lo tanto se mide alrededor de un segundo tras el momento que quiere estudiarse.

Dorjee afirma que “ya estamos viendo los efectos positivos sobre los niveles de estrés y ansiedad de los alumnos, y podemos ver que la mejora de su capacidad de concentración conduce a mejores resultados académicos”. Sin embargo, la autora cree que es necesario tomar estos resultados con precaución, ya que “se requiere una formación adecuada y una práctica continua para que la técnica sea eficaz y debe haber garantías sobre lo que se enseña a los niños pequeños”. Los programas Mindfulness que utiliza este estudio para adolescentes y niños se basan en la música y el movimiento, no realizan indagaciones profundas sobre sus propias experiencias.

Todo está en la mente

Grant, Taren, Dorjee y otros están en medio de grandes estudios, sin precedentes, cuyo objetivo es aislar los efectos de la atención plena de otros métodos para aliviar el estrés y seguir exactamente cómo el cerebro cambia durante un largo período de práctica Mindfulness. Taren afirma “estar muy emocionado sobre los efectos de la atención plena. Ha sido genial ver que la investigación se mueve lejos de ser algo espiritual hacia la ciencia propiamente dicha y la evidencia clínica, ya que el estrés es un problema enorme y tiene un gran impacto en la salud de muchas personas. Ser capaz de tomarse algo de tiempo y enfocarnos en nuestra mente es cada vez más importante”.meditación-diaria-dos

Tal vez, nos encontremos en una nueva era, las connotaciones cuasi-espirituales de la meditación que hasta ahora han impedido que la atención plena sea considerada como una antídoto para nuestro mundo cada vez más frenético parecen diluirse. La investigación está ayudando a superar esta percepción, y parece que 10 minutos dedicados a la atención plena pueden convertirse en una parte anti-estrés aceptada por nuestro régimen diario de la salud, al igual que ir al gimnasio o cepillarse los dientes.

Fuente original: https://thebiologist.societyofbiology.org/biologist/158-biologist/features/958-mind-over-matter

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Mindfulness

Mindfulness: no – conceptual

SONY DSCUno de los aspectos básicos del Mindfulness para  Germer, Siegel y Fulton (2005) es el no-conceptual, lo que se define como prestar atención y conciencia sin centrarse en los procesos de pensamiento implicados (Germer, 2004).

Pero, ¿cómo definir con conceptos (palabras) esta faceta no conceptual?.

Algunos ya lo han hecho, y muy bien, por cierto, como Jorge Lomar en su libro Ecología Mental. Experimentar la Paz (2010), donde nos habla de la experiencia de vacío, del espacio existente entre los pensamientos que podemos contemplar mediante la meditación profunda. “Al estar consciente y sentir la plenitud de ese silencio entre los pensamientos, te das cuenta sin lugar a dudas y de un modo totalmente experiencial de que tu eres algo distinto de tus pensamientos”.

Eckhart Tolle en Un nuevo mundo, ahora (2005) también describe este estado no conceptual de la mente: “Cuando estás muy cansado, puede que estés más apacible, más relajado que en tu estado habitual. Se debe a que el pensamiento está apaciguado y ya no consigues recordar tu problemático yo creado por la mente. Te estás deslizando hacia el sueño. Cuando bebes alcohol o tomas ciertas drogas, es posible que también te sientas más relajado, más despreocupado y tal vez más vivo durante un tiempo. […] Como sientes menos la carga de tu mente, puedes vislumbrar la alegría del Ser. Pero el precio que se paga es alto: la insconsciencia. En lugar de elevarte por encima del pensamiento, has caído por debajo. Unas cuantas copas más y habrás retrocedido al reino vegetal”.

El proceso de poner atención de carácter no valorativo que requiere la práctica del Mindfulness implica que sea una experiencia meramente contemplativa. Se trata de observar sin valorar, aceptando la experiencia tal y como se da. Se diría que es una forma de estar en el mundo sin prejuicios: abierto a la experiencia sensorial, atento a ella, y sin valorar o rechazar de forma activa y taxativa dicha experiencia. (Vallejo, 2006).

En esta atención que requiere la meditación Mindfulness se hace necesaria una intención de buscar conocer y sentir todo lo que ocurre, sin lucha ni control sobre los pensamientos, sensaciones, emociones o cualquier otro objeto que acuda a la mente. Es decir, cuando desviamos nuestra atención hacia las sensaciones corporales, por ejemplo, debemos ser conscientes de ello, como en la técnica del Body Scan de Kabat Zinn (2002), no debemos desviarnos de nuestro objeto de atención, sino volver reiteradamente a enfocarnos en la tarea en la que estábamos implicados.

Si lo que practicamos es el poner la atención en nuestra respiración, no debemos tratar de controlar la respiración o algún otro aspecto de la actividad corporal. Del mismo modo, durante la meditación, la relajación no es un objetivo a alcanzar, ni se busca encontrar una estrategia de afrontamiento, sino que debemos practicarla como una forma de experimentar Mindfulness.

images (1)Cuando comenzamos a escuchar hablar de lo no conceptual o a reflexionar sobre este aspecto surgen muchas dudas y reticencias, y es que la racionalización y contextualización de un problema es necesaria en muchos casos, pero la experimentación y aceptación de las sensaciones y emociones que nos produce es primordial. Como comenta Vallejo (2006), esto es bien conocido en el ámbito de la intervención psicológica ante los trastornos de ansiedad: la exposición a situaciones evocadoras de ansiedad y la experimentación de sus efectos es un elemento esencial en su tratamiento.

Pero, ¿por qué funciona?

Vallejo (2006) entre otras, alude a estas causas:

  • Exposición conductual y aprendizajes de nuevas respuestas: las emociones, pensamientos, sensaciones corporales se observan como son, sin el objetivo de controlarlos. En consecuencia, se produce una exposición no reforzada a las emociones, pensamientos y sensaciones previamente evitadas. Por otro lado, hay una verdadera exposición interoceptiva (Craske, Barlow y Meadows, 2000). Mindfulness crea un nuevo contexto para el paciente donde se produce la extinción de las respuestas inadecuadas y permite la adquisición de nuevas respuestas.
  • Regulación emocional: cuando la persona se dispone a experimentar sus emociones centrándose en ellas tal cual lastwo-faced-shutterstock_1497751 siente y omitiendo valorarlas, se dan las condiciones para cambiar su tendencia de respuesta.
  • Reducir la creencia en las reglas: supone romper la predominancia de la conducta gobernada por las reglas. “Este entrenamiento va en contra de la mente pensante, operativa y productiva a la que tradicionalmente has dado el gobierno de tu vida” (Jorge Lomar, 2010). Cuando se considera que un pensamiento es sólo un pensamiento, sin que eso suponga verlo como verdadero o confundirlo con otros significados, se está añadiendo libertad. (Vallejo, 2006).

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