Psicología Positiva

EL ANTÍDOTO ANTE LA VULNERABILIDAD

¿Por qué somos vulnerables?

Brene Brown es trabajadora social e  investigadora de la Universidad de Houston. Tiene varias publicaciones basadas en su investigación sobre la vulnerabilidad, el coraje, el sentimiento de dignidad y de vergüenza. Ofrece ponencias sobre los estudios que ha realizado, aquí os adjunto el enlace con una de ellas:

Lo que Brown pretende transmitir es que todos presentamos la necesidad de Pertenencia, o lo que es lo mismo, de  conexión con el grupo. Debemos sentirnos merecedores de pertenecer a nuestro grupo, merecedores de ser amados.  Esta necesidad, la enumera ya Maslow en su pirámide, Erikson en sus etapas de Desarrollo Psicosocial o Seligman en su Teoría del Bienestar. Para Brown lo que ocurre cuando sentimos que no meremos esa pertenencia al grupo es que surgen los sentimientos de vergüenza.

 

Su investigación ha puesto de relieve que todos tenemos en algún momento sentimientos de vergüenza, sin embargo, hay personas que manifiestan este sentimeinto, con los pensamientos asociados que conlleva (“no soy lo suficientemente bueno en esto”, “deFases del desarrollo Eriksonbería haber conseguido un trabajo mejor”, “una pareja mejor”, etc.) de una forma más acusada.

Esta vulnerabilidad se ve confrontada por aquellas personas que tienen un fuerte sentido de dignidad. Brown las define como personas entusiastas, sinceras y con coraje. Es más, hace hincapie en que el coraje lo entienden como un sentimiento de valentía para aceptar su propia imperfección. Son personas compasivas consigo mismas que también ejercen la compasión con los demás.

Para estas personas más “resistentes”, la vulnerabilidad es una necesidad de todo ser humano asociada a la belleza de la propia persona. Curiosamente, Seligman, incluye dentro de sus 24 fortalezas humanas para lograr el Bienestar, el Coraje como la sexta de las fortalezas, el amor, apego, capacidad de amar y ser amado, en el número 10, la capacidad de perdonar y mostrar misericordia, es el número 16 y la capacidad de apreciar la belleza representa el número 20.

Como para muchas otras personas que han cambiado sus sistemas de pensamiento para afrontar el futuro, Brown describe como un “Despertar Espiritual” el rendirse ante lo que ocurre y ocurrirá en el futuro. Para ella supuso un año de terapia darse cuenta que debía “dejar de controlar” todo lo que ocurría a su alrededor. Este sentido de espiritualidad, también está recogido en la Teoría PERMA de  Seligman, como una de las claves para lograr el Bienestar.

Ambos autores apuestan por abrazar lo negativo que nos ocurre en la vida, aceptándolo como parte de la misma. Los dos han encontrado en sus investigaciones que las personas que lo hacen son más felices. Del mismo modo, nos invitan a ejercer la gratitud y la dicha y a amar “sin garantías”.

Maternidad Consciente, Mindfulness, Psicología Positiva

Cuando cambió mi vida.

Manitas Alba 4 mesesTal día como hoy, hace un año, acababa de llegar a casa después de realizarme una extracción de óvulos para realizar una fecundación in vitro. Llegué decepcionada y sin muchas esperanzas porque los óvulos, según me dijeron en ese momento,  no habían sido de la máxima calidad. Después de dos intentos anteriores fallidos, ya no me quedaba mucha esperanza en que esta vez fuese a surgir el milagro.

Sin embargo, estaba tranquila. No como en ocasiones anteriores. Las dos veces pasadas había estado hecha un manojo de nervios. Por fuera me mantenía serena pero en mi interior había un estado de alerta continuo. Me observaba continuamente para notar algún cambio, alguna sensación nueva… algo. Esta vez no era así. Tenía conmigo a mi marido, por supuesto, pero también tuve la suerte de que esos días estuviesen mi hermano y su mujer, entre los tres me cuidaron y me mimaron al máximo, a pesar de que mi cuñada ya estaba embarazada de cinco meses para entonces, y ella también debía cuidarse. Esto fue muy positivo porque me mantuvo activa, hasta donde se podía. Al día siguiente nos fuimos a pasear por la playa y evité quedarme tumbada o sentada todo el día, como había hecho las otras veces. Aún a riesgo de arrepentirme, y tratándome con mucho mimo pude disfrutar de esos días.

A nivel mental fue todavía mejor. Había llegado a ese momento sin ansiedad, sin prisas, sin expectativas. Simplemente sentía que estaba haciendo lo correcto, luchar por mi sueño, que el sueño se cumpliese o no, no estaba en mi mano, pero ir a buscarlo sí. No me hubiera perdonado no intentarlo una vez más.

Ya era feliz, ya tenía una vida plena, ya podía disfrutar del momento. Y así lo viví. Recordando a cada instante el aquí y ahora. Paseaba todos los días con el pensamiento de “ahora estoy bien”, “ahora todo esta bien”, “en este momento estoy tranquila”, “en este momento estoy en calma”, “me siento bien”, “puedo gozar de este momento”. Esto me ayudó también a no tener prisa por saber. Pasan unos veinte días hasta que puedes hacerte un test de embarazo y el “¿Qué pasará?” suele ser aterrador. Esta vez, me reconocía en momentos de ansiedad, aunque se presentaron muchos menos, supongo que debido al trabajo de meditación que venía haciendo, tanto formal como informal, que aquietó mi mente. Sin embargo, hubo algunos. Cuando los reconocía, me trataba con el mismo mimo que cuando tenía que levantarme de la cama o acostarme o hacer un pequeño esfuerzo físico. Me trabaja con compasión, me perdonaba la ansiedad, los pensamientos negativos, me perdonaba la inquietud, las ganas de forzar las cosas para que pasaran como yo quería.

Algo que me ayudó mucho fue el soltar, dejar ir, mi deseo de ser madre. Durante  un tiempo me había aferrado tan fuerte a él, que me había identificado totalmente con ese pensamiento y no podía alejarme mentalmente de ese deseo, incluía por supuesto, el pensamiento y la emoción desbordante. No podía ni por un instante contemplar la idea de ser feliz sin desear ser madre. Es decir, pensaba, “bueno, pues si no puede ser, tendré que ser feliz”, pero en el fondo había otro pensamiento que me decía “siempre tendrás esa espinita clavada”, o “en tu pareja se reflejará que no habéis sido padres”, o “la envidia te corroerá cuando tus amigos tengan niños”, etc. Y yo me decía a mí misma, “sí, es verdad, en el fondo es así”.

Y realmente esa era la verdad en ese momento, lo sentía así. De modo que lo acepté. Acepté que por el momento no podía ser de otra manera.  Me hacía profundamente infeliz no tener un hijo/a. Y luego, en un acto de amor incondicional a mí misma, a mi deseo de ser madre, y a mi hijo/a leí e interioricé el enfoque “No pudo ser de otra manera – Renuncio al Control” de Jorge Lomar, publicado en su libro Ecología Mental. Me liberé, supongo porque había entrenado mi mente durante mucho tiempo en la desidentificación y logré, finalmente separarme de este. Creo que llegué al perdón que tanto menciona Jorge Lomar. Perdón a uno mismo. ¿Qué debía perdonarme? Seguramente el haberme hecho la vida imposible por no aceptar la realidad y el habérsela hecho en mayor o menor grado a los que me rodeaban. O tal vez algo más. La profundidad del ser humano es normalmente inescrutable, siempre hay recovecos que no vemos, posiblemente porque todavía no estamos preparados.

Mindfulness, Psicología Positiva

La experiencia No Valorativa

ContemplaciónLa atención plena es una experiencia meramente contemplativa, se trata de observar sin valorar. “Se diría que es una forma de estar en el mundo sin prejuicios: abierto a la experiencia sensorial, atento a ella y sin valorar o rechazar de forma activa y taxativa” (Vallejo, 2006).

Esta experiencia no valorativa constituye el elemento esencial del Mindfulness que implica la aceptación radical de lo que acontece tal y como es.  Todo es contemplado como normal, lo positivo y lo negativo, lo perfecto y lo imperfecto. Se da una aceptación de todas las experiencias y las reacciones a ellas. Esta aceptación surge de un esfuerzo por no valorarlas como buenas o malas, positivas o negativas, sino que todo forma parte de la experiencia vivida.

Mente principiante1Una forma de entrenar esta actitud no valorativa se denomina Mente de Principiante (Kabat-Zinn, 1990, 2003). Esta práctica supone una liberación de todo conocimiento previo y una apertura a percibir la realidad como si la viésemos por primera vez. Esta actitud nos permite descubrir nuevos aspectos de la realidad que si no hubiésemos percibido con esta Mente de Principiante no hubiéramos recabado en ellos por haber interpretado la misma realidad con nuestros patrones perceptivos antiguos. Por esta razón, la práctica de Mindfulness conlleva la disolución de las influencias del aprendizaje previo sobre la sensación del presente (Siegel, 2007).

Desde un punto de vista neurofisiológico, cuando percibimos lo que nos rodea de forma habitual, a través de nuestros sentidos, se produce un procesamiento de arriba abajo (Engel, Fries y Singer (2001). Hay amplia evidencia de que el procesamiento de estímulos está controlado por influencias de arriba abajo que conforman poderosamente las dinámicas intrínsecas de las redes tálamo-corticales y crean constantemente predicciones acerca de los eventos sensoriales entrantes (Engel, Fries y Singer, 2001). Es decir, cuando percibimos normalmente, nuestro cerebro envía información a nuestros órganos sensoriales e interpretamos aquello que estamos percibiendo según determine nuestro cerebro.

Sentidos CortexEl sistema actúa imponiendo una serie de filtros automáticos que resaltan los aspectos ya conocidos de la realidad y atenúan, o eliminan del todo, los aspectos novedosos de la misma (Simón, 2007).

Por el contrario, la información del aquí y ahora (de abajo a arriba, la aportada directamente por los sentidos, sin intermediación del cerebro como filtro para seleccionar la percepción) tiene muchas dificultades para hacer llegar a la conciencia su auténtico mensaje (Simón, 2007). Esa información entrante o primaria ha sido clasificada por Siegel (2007) en 8 sentidos o corrientes de información sensorial:

Sentidos Información Región Cerebral
Vista, oído, tacto, olfato, gusto Mundo físico externo Cortex posterior
Interocepción Mundo físico interno Corteza somatosensorial, ínsula
Visión de la mente Mente PFC medial
Resonancia Relaciones interpersonales Neuronas en espejo y PFC
Las 8 vías de entrada de información al espacio de la conciencia y regiones cerebrales más relacionadas (según Siegel, 2007).

(PFC: Corteza Prefrontal).

Como señala Simón (2007), en condiciones normales, toda la riqueza informativa proveniente de estos 8 sentidos se ve restringida por las influencias del procesamiento arriba abajo, no sólo a niveles superiores de actividades cognitivas, como el pensamiento y la emisión de juicios sino también a niveles de procesamiento  más inferiores, como la percepción del estado corporal y las reacciones emocionales.

Corteza prefrontal dorso-lateralGracias a la Mente de Principiante que se citaba más arriba podemos poner el foco de atención en estas ocho corrientes de información con lo que dificultamos el procesamiento de arriba abajo, impidiendo emitir valoraciones sobre la propia experiencia perceptiva y favoreciendo el canal abajo arriba, permitiendo la llegada de nueva información. Se ha estudiado la zona cerebral que se activa cuando prestamos atención intencionadamente a cualquiera de estos  ocho sentidos perceptivos, y esta zona es la denominada Corteza prefrontal dorso-lateral. Así mismo se ha descrito que cuando observamos estos mismos procesos mentales, en meditación profunda, activamos zonas mediales del cortex prefrontal.

Como vemos, la evidencia científica atestigua cada vez con mayor precisión y rigor que juzgar es el proceso en el que se basa la percepción, pero no el conocimiento. Es posible contemplar la realidad sin juzgar, simplemente saber que está ahí. Los juicios fragmentan la realidad, la etiquetan, la valoran como buena o mala pero son sólo interpretaciones porque la realidad es objetiva, neutra.

La decisión de juzgar en vez de conocer es lo que nos hace perder la paz” (Un curso de milagros).

Vídeos:

Mindfulness

Mindfulness: no – conceptual

SONY DSCUno de los aspectos básicos del Mindfulness para  Germer, Siegel y Fulton (2005) es el no-conceptual, lo que se define como prestar atención y conciencia sin centrarse en los procesos de pensamiento implicados (Germer, 2004).

Pero, ¿cómo definir con conceptos (palabras) esta faceta no conceptual?.

Algunos ya lo han hecho, y muy bien, por cierto, como Jorge Lomar en su libro Ecología Mental. Experimentar la Paz (2010), donde nos habla de la experiencia de vacío, del espacio existente entre los pensamientos que podemos contemplar mediante la meditación profunda. “Al estar consciente y sentir la plenitud de ese silencio entre los pensamientos, te das cuenta sin lugar a dudas y de un modo totalmente experiencial de que tu eres algo distinto de tus pensamientos”.

Eckhart Tolle en Un nuevo mundo, ahora (2005) también describe este estado no conceptual de la mente: “Cuando estás muy cansado, puede que estés más apacible, más relajado que en tu estado habitual. Se debe a que el pensamiento está apaciguado y ya no consigues recordar tu problemático yo creado por la mente. Te estás deslizando hacia el sueño. Cuando bebes alcohol o tomas ciertas drogas, es posible que también te sientas más relajado, más despreocupado y tal vez más vivo durante un tiempo. […] Como sientes menos la carga de tu mente, puedes vislumbrar la alegría del Ser. Pero el precio que se paga es alto: la insconsciencia. En lugar de elevarte por encima del pensamiento, has caído por debajo. Unas cuantas copas más y habrás retrocedido al reino vegetal”.

El proceso de poner atención de carácter no valorativo que requiere la práctica del Mindfulness implica que sea una experiencia meramente contemplativa. Se trata de observar sin valorar, aceptando la experiencia tal y como se da. Se diría que es una forma de estar en el mundo sin prejuicios: abierto a la experiencia sensorial, atento a ella, y sin valorar o rechazar de forma activa y taxativa dicha experiencia. (Vallejo, 2006).

En esta atención que requiere la meditación Mindfulness se hace necesaria una intención de buscar conocer y sentir todo lo que ocurre, sin lucha ni control sobre los pensamientos, sensaciones, emociones o cualquier otro objeto que acuda a la mente. Es decir, cuando desviamos nuestra atención hacia las sensaciones corporales, por ejemplo, debemos ser conscientes de ello, como en la técnica del Body Scan de Kabat Zinn (2002), no debemos desviarnos de nuestro objeto de atención, sino volver reiteradamente a enfocarnos en la tarea en la que estábamos implicados.

Si lo que practicamos es el poner la atención en nuestra respiración, no debemos tratar de controlar la respiración o algún otro aspecto de la actividad corporal. Del mismo modo, durante la meditación, la relajación no es un objetivo a alcanzar, ni se busca encontrar una estrategia de afrontamiento, sino que debemos practicarla como una forma de experimentar Mindfulness.

images (1)Cuando comenzamos a escuchar hablar de lo no conceptual o a reflexionar sobre este aspecto surgen muchas dudas y reticencias, y es que la racionalización y contextualización de un problema es necesaria en muchos casos, pero la experimentación y aceptación de las sensaciones y emociones que nos produce es primordial. Como comenta Vallejo (2006), esto es bien conocido en el ámbito de la intervención psicológica ante los trastornos de ansiedad: la exposición a situaciones evocadoras de ansiedad y la experimentación de sus efectos es un elemento esencial en su tratamiento.

Pero, ¿por qué funciona?

Vallejo (2006) entre otras, alude a estas causas:

  • Exposición conductual y aprendizajes de nuevas respuestas: las emociones, pensamientos, sensaciones corporales se observan como son, sin el objetivo de controlarlos. En consecuencia, se produce una exposición no reforzada a las emociones, pensamientos y sensaciones previamente evitadas. Por otro lado, hay una verdadera exposición interoceptiva (Craske, Barlow y Meadows, 2000). Mindfulness crea un nuevo contexto para el paciente donde se produce la extinción de las respuestas inadecuadas y permite la adquisición de nuevas respuestas.
  • Regulación emocional: cuando la persona se dispone a experimentar sus emociones centrándose en ellas tal cual lastwo-faced-shutterstock_1497751 siente y omitiendo valorarlas, se dan las condiciones para cambiar su tendencia de respuesta.
  • Reducir la creencia en las reglas: supone romper la predominancia de la conducta gobernada por las reglas. “Este entrenamiento va en contra de la mente pensante, operativa y productiva a la que tradicionalmente has dado el gobierno de tu vida” (Jorge Lomar, 2010). Cuando se considera que un pensamiento es sólo un pensamiento, sin que eso suponga verlo como verdadero o confundirlo con otros significados, se está añadiendo libertad. (Vallejo, 2006).

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Mindfulness

Conceptos básicos en Mindfulness

imagesCuando el sufrimiento se vuelve insostenible, cuando el individuo ya no encuentra fuerzas para seguir adelante, en ese preciso instante, es cuando da lugar, en algunos casos, el cambio de conciencia. Pasamos de estar enfocados en el exterior a una búsqueda interior, de nuestra esencia.

A pesar de que vivimos en un mundo globalizado donde el individualismo y la separación predominan, también estamos viviendo un hecho histórico, en el que muchas personas tienen un gran sufrimiento, acompañado luego de ese despertar de la conciencia.

En esa búsqueda de la esencia de uno mismo encontramos la meditación mindfulness como una práctica que nos conduce a enfocar nuestra atención en el momento presente, sin rumiaciones sobre el pasado o el futuro, centrándonos en el aquí y ahora, en el único momento que existe y en el único momento donde podemos lograr la paz y la calma, la felicidad.

Mindfulness es un término inglés que carece de una traducción exacta en castellano, por lo que la mayor parte de las veces se utiliza este vocablo, aunque la traducción más exacta en nuestro idioma es la de Conciencia Plena.Mindfulness1

Mindfulness se ha definido como “la capacidad de llevar la atención a las experiencias que se están experimentando en el momento presente, de un modo particular, aceptándolas y sin juzgar” (Kabat-zinn, 1990).

También como “una clase de conciencia centrada en el presente, no elaborativa ni condenatoria, en la cual cada pensamiento, sentimiento o sensación que surge en el campo atencional es reconocido y aceptado tal como es” (Kabat-Zinn, 1990, 1998; Shapiro y Schwartz, 1999, 2000; Segal, Williams y Teasdale, 2002).

Esta práctica tan novedosa para la cultura occidental, viene siendo practicada durante miles de años por el Budismo (e.g. Germer, Sieguel y Fulton; Mañas, 2009), concretamente del Budismo Abhidharma, que utiliza dos métodos de meditación:

  • Samatha o Samadhi: se trata de la meditación con concentración, donde domina el control mental, la paz mental, para lo que se utilizan objetos de meditación como la respiración y el propio cuerpo.
  • Pañña o Prajna: Se trata de la meditación mindfulness, donde se cultiva la mente para ver de un modo especial, donde se alcanza la comprensión plena.

Son muchos los autores que han desarrollado los componentes y procesos psicológicos que ocurren, o que son necesarios, para que en la meditación se produzca mindfulness.

Para Germel, Siegel y Fulton (2005) son:

  • No-conceptual:
  • Centrado en el presenteMindfulness2
  • No-crítico
  • Intencional
  • Observación participante
  • No-verbal
  • Exploratorio
  • Liberador

Para Vallejo (2006) son:

  • Centrarse en el momento presente
  • Apertura a la experiencia y a los hechos
  • Aceptación radical
  • Elección de las experiencias
  • Renunciar al control de los pensamientos, emociones, etc.

Kabat-Zinn (2003) enumera los siguientes:

  • No juzgar
  • Paciencia
  • Mente de principiante
  • Confianza
  • No esforzarse
  • Aceptación
  • Ceder

Este autor indica que además de estos elementos es necesario el compromiso, la autodisciplina y la intencionalidad durante la práctica.

Junto a estos conceptos básicos para practicar Mindfulness, hay otros factores implicados en el despertar de la conciencia y que acompañan al proceso (I. Mañas Web de Medicina y Psicología, 2009):

  • Mindfulness: es la práctica de ser consciente del momento presente sin juzgarse a uno mismo, ni realizar ninguna otra forma de reproche lingüístico o conceptual hacia todo lo que emerge en el campo de la experiencia directa.
  • Investigación: es la voluntad y la habilidad de atraer interés, entusiasmo y una actitud de exploración de la experiencia detallada. Los estados que se investigan son el surgir y el desvanecer de los objetos sensoriales, mentales o cualquier estímulo que pueda aflorar en ese momento.
  • Energía: cuando el esfuerzo mental es traído a una situación supone una aplicación de una energía, un esfuerzo. No se trata de esforzarse contraproducentemente, ni de lugar por alcanzar una meta, sino más bien de aplicar consciente y diligentemente el conocimiento al momento presente.
  • Alegría: A menudo la mente y el cuerpo se puede manifestar con exuberancia que aparece burbujeante de felicidad, contento o emoción. Aunque mucha gente se induce a este estado el valor positivo y transformador del júbilo es una cualidad importante de la mente y se debería cultivar.
  • Tranquilidad: es una sensación profunda que emerge en la mente y el cuerpo cuando existe una ausencia de conflicto, malestar o sufrimiento. Esta tranquilidad no es opuesta al júbilo o a la dicha sino más bien coexisten juntas.
  • Concentración: la concentración implica mantener la atención en un solo punto o estímulo durante un periodo de tiempo produciéndose una sensación particular de absorción y de eliminar del campo de la experiencia cualquier otro estímulo.
  • Ecuanimidad: consiste en una cualidad de la mente de no aferrarse ni rechazar, esto es reaccionar con avidez o aversión, a ningún objeto placentero o desagradable respectivamente.paz interior

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Psicología Positiva, RRHH

Autoeficacia en Recursos Humanos

Autoeficacia2En el mantenimiento y amplificación del bienestar psicosocial, que es el capital psicológico en la organización, hablamos de dos conceptos clave: la autoeficacia y el engagement. El engagement ya se ha definido en entradas anteriores, pasaremos ahora a desarrollar brevemente el concepto de autoeficacia.

Se ha definido como las “creencias en las propias capacidades para organizar y ejecutar los cursos de acción requeridos que producirán determinados logros o resultados” (Bandura, 1997). Las creencias que poseemos acerca de nosotros mismos afectan a nuestras conductas y sentimientos en varios sentidos:

  1. Influyen en la elección de conductas: se tiende a evitar aquellas tareas o situaciones que creemos exceden nuestras capacidades y elegimos aquellas que somos capaces de dominar.
  2. La autoeficacia determina la cantidad de esfuerzo empleado paraAutoeficacia enfrentarse a los obstáculos y la cantidad de tiempo o persistencia en tratar de lograr objetivos. Bajos niveles de autoeficacia llevan asociados abandonos tempranos, mientras que niveles elevados suponen perseverancia.
  3. La autoeficacia afecta a nuestros pensamientos y sentimientos, de manera que los empleados que se consideran poco eficaces en el afrontamiento de las demandas del entorno exageran la magnitud de sus deficiencias y las dificultades potenciales del medio.

Las dudas auto-referidas crean estrés y distraen la atención, dificultando la utilización de los recursos disponibles. Mientras que los empleados que se perciben eficaces, centran sus esfuerzos en las demandas que la situación laboral pueda plantearles.

La investigación empírica en contextos laborales y educativos (Llorens, Schaufeli, Bakler y Salanova, 2007; Salanova, Bresó y Schaufeli, 2005) ha establecido sólidas relaciones entre autoeficacia con el desempeño organizacional y el bienestar psicosocial de los empleados. En este sentido se considera la autoeficacia como un valioso recurso de tipo personal para afrontar las demandas laborales, ya que actúa como amortiguador de los estresores y, por otra parte, es una fuente de bienestar.

Espiral positiva1Esta relación posee una doble dirección, ya que los estados positivos de bienestar pueden considerarse, a su vez, fuente de autoeficacia en un ciclo de espirales, llamadas espirales positivas hacia arriba o espirales virtuosas. Los altos niveles de autoeficacia hacen que las personas tengan éxito en su trabajo, y este éxito incrementa a su vez los niveles de autoeficacia cuando el empleado percibe que el éxito en su trabajo se debe en gran parte a su esfuerzo y ejecución.

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