Mindfulness

Mindfulness: no – conceptual

SONY DSCUno de los aspectos básicos del Mindfulness para  Germer, Siegel y Fulton (2005) es el no-conceptual, lo que se define como prestar atención y conciencia sin centrarse en los procesos de pensamiento implicados (Germer, 2004).

Pero, ¿cómo definir con conceptos (palabras) esta faceta no conceptual?.

Algunos ya lo han hecho, y muy bien, por cierto, como Jorge Lomar en su libro Ecología Mental. Experimentar la Paz (2010), donde nos habla de la experiencia de vacío, del espacio existente entre los pensamientos que podemos contemplar mediante la meditación profunda. “Al estar consciente y sentir la plenitud de ese silencio entre los pensamientos, te das cuenta sin lugar a dudas y de un modo totalmente experiencial de que tu eres algo distinto de tus pensamientos”.

Eckhart Tolle en Un nuevo mundo, ahora (2005) también describe este estado no conceptual de la mente: “Cuando estás muy cansado, puede que estés más apacible, más relajado que en tu estado habitual. Se debe a que el pensamiento está apaciguado y ya no consigues recordar tu problemático yo creado por la mente. Te estás deslizando hacia el sueño. Cuando bebes alcohol o tomas ciertas drogas, es posible que también te sientas más relajado, más despreocupado y tal vez más vivo durante un tiempo. […] Como sientes menos la carga de tu mente, puedes vislumbrar la alegría del Ser. Pero el precio que se paga es alto: la insconsciencia. En lugar de elevarte por encima del pensamiento, has caído por debajo. Unas cuantas copas más y habrás retrocedido al reino vegetal”.

El proceso de poner atención de carácter no valorativo que requiere la práctica del Mindfulness implica que sea una experiencia meramente contemplativa. Se trata de observar sin valorar, aceptando la experiencia tal y como se da. Se diría que es una forma de estar en el mundo sin prejuicios: abierto a la experiencia sensorial, atento a ella, y sin valorar o rechazar de forma activa y taxativa dicha experiencia. (Vallejo, 2006).

En esta atención que requiere la meditación Mindfulness se hace necesaria una intención de buscar conocer y sentir todo lo que ocurre, sin lucha ni control sobre los pensamientos, sensaciones, emociones o cualquier otro objeto que acuda a la mente. Es decir, cuando desviamos nuestra atención hacia las sensaciones corporales, por ejemplo, debemos ser conscientes de ello, como en la técnica del Body Scan de Kabat Zinn (2002), no debemos desviarnos de nuestro objeto de atención, sino volver reiteradamente a enfocarnos en la tarea en la que estábamos implicados.

Si lo que practicamos es el poner la atención en nuestra respiración, no debemos tratar de controlar la respiración o algún otro aspecto de la actividad corporal. Del mismo modo, durante la meditación, la relajación no es un objetivo a alcanzar, ni se busca encontrar una estrategia de afrontamiento, sino que debemos practicarla como una forma de experimentar Mindfulness.

images (1)Cuando comenzamos a escuchar hablar de lo no conceptual o a reflexionar sobre este aspecto surgen muchas dudas y reticencias, y es que la racionalización y contextualización de un problema es necesaria en muchos casos, pero la experimentación y aceptación de las sensaciones y emociones que nos produce es primordial. Como comenta Vallejo (2006), esto es bien conocido en el ámbito de la intervención psicológica ante los trastornos de ansiedad: la exposición a situaciones evocadoras de ansiedad y la experimentación de sus efectos es un elemento esencial en su tratamiento.

Pero, ¿por qué funciona?

Vallejo (2006) entre otras, alude a estas causas:

  • Exposición conductual y aprendizajes de nuevas respuestas: las emociones, pensamientos, sensaciones corporales se observan como son, sin el objetivo de controlarlos. En consecuencia, se produce una exposición no reforzada a las emociones, pensamientos y sensaciones previamente evitadas. Por otro lado, hay una verdadera exposición interoceptiva (Craske, Barlow y Meadows, 2000). Mindfulness crea un nuevo contexto para el paciente donde se produce la extinción de las respuestas inadecuadas y permite la adquisición de nuevas respuestas.
  • Regulación emocional: cuando la persona se dispone a experimentar sus emociones centrándose en ellas tal cual lastwo-faced-shutterstock_1497751 siente y omitiendo valorarlas, se dan las condiciones para cambiar su tendencia de respuesta.
  • Reducir la creencia en las reglas: supone romper la predominancia de la conducta gobernada por las reglas. “Este entrenamiento va en contra de la mente pensante, operativa y productiva a la que tradicionalmente has dado el gobierno de tu vida” (Jorge Lomar, 2010). Cuando se considera que un pensamiento es sólo un pensamiento, sin que eso suponga verlo como verdadero o confundirlo con otros significados, se está añadiendo libertad. (Vallejo, 2006).

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RELATIONSHIPS: Relaciones

AltruismoNormalmente, las cosas positivas de la vida no nos ocurren en solitario. Por eso, los demás son el mejor “antídoto en los momentos difíciles de la vida” y en quienes podemos confiar, según Seligman. De hecho, el autor explica en su libro (Flourish) que las investigaciones científicas demuestran que tener un gesto amable, hacer un acto de gentileza hacia quienes nos rodean produce un mayor aumento del bienestar que cualquier otro ejercicio probado por los investigadores. Por eso es buena idea tratar de tener de manera inesperada gestos amables o altruistas, ya que inmediatamente subirá nuestro estado de ánimo.

Siguiendo este concepto, se ha definido como “elevación” al estado de bienestar y satisfacción que se asocia a los actos pro-sociales de ayuda y apoyo a los demás. El sentimiento que se sitúa en su base es el de ayudar a otros y llegar a ser mejor persona. Este estado emocional de elevación es considerado como emocionalmente positivo y se asocia a expresiones faciales de gozo y gratitud al manifestar un comportamiento más cívico y social. La ejecución de estos actos reporta un estado placentero que implica manifestaciones de activación y alegría, al tiempo que provoca sentimientos positivos en los demás como el agradecimiento y el deseo de afiliación. Su manifestación más genuina se da ante personas desvalidas, débiles, necesitadas de ayuda o en peligro. Pero estas no son las únicas manifestaciones de este tipo de comportamientos. En el ambiente laboral, la elevación no surge en situaciones de extrema dificultad o apuro, sino que se concreta en comportamientos de apoyo y ayuda ante las demandas del trabajo.

Así las conductas pro-sociales, cívicas y la voluntariedad en el trabajo están relacionadas con la elevación. Desde esta perspectiva, se experimentaría elevación al ayudar a un colega que se encuentra en apuros sin buscar el reconocimiento o la recompensa, sino por la satisfacción que supone el realizar el acto en sí. Sin embargo, aunque no es su propósito, estos comportamientos dan lugar al establecimiento de vínculos entre trabajadores y contribuye a generar un clima de apoyo grupal y organizacional. En las organizaciones, este estado afectivo es valorado muy positivamente por su tendencia pro-social y también se ha mostrado su relación con la conducta extra-rol, conducta cívica o ciudadanía organizacional. Al ser socialmente valorado, las personas que lo experimentan son personas bien aceptadas e integradas dentro de los equipos de trabajo y mantienen buenas relaciones sociales.

Por lo que, si queremos que en nuestra empresa se den este tipo de comportamientos podríamos comenzar por tener en cuenta este tipo de conductas desde el inicio, en la selección de los candidatos.